4 de mayo de 2013

Petisus.



Algunas veces los recuerdos infantiles están llenos de tantos detalles, que parece una broma de la memoria.
Sobre todo, si te acabas de pasar un rato en el coche buscando las gafas de sol, y al final te das cuenta que las llevas puestas  ¿ increible ?,  como que me pasó esta mañana.
Estos pasteles son parte de mi niñez, de la tarde de los Sábados, cuando mi madre y  una amiga, nos llevaban a todos los hijos al cine, y después a merendar.


Cada semana, una de las madres era la encargada de elegir la pastelería,  y los niños en eso no opinábamos, eran decisiones de mayores. Lo que sí nos dejaban, era elegir a cada uno su pastel.
 Quééé gusto, llegar y pegar la nariz en el enorme cristal del expositor, y ver la gran variedad tan bien formada, ordenada y colorista.

                       

 Las dependientas, que ya nos conocían, nos dejaban mirar tranquilamente, mientras nos hacían el batido, el más rico del mundo, hecho con leche y bola de helado , por supuesto de chocolate también, faltaría más. Creo que con esa dosis de azúcar, estábamos servidos para la semana completa (risas).


Y ahí estaba mi Petisú, asi lo llamábamos entonces, y el mejor, el de chocolate por arriba. Eran enormes, o eso a mí me parecían, y estaban exquisitos. Los había también con una capa blanca, pero esos eran los preferidos de mi hermano, y ya me los recordó cuando hice éstos : -" Niña, los míos de los blancos ¿no te acuerdas?...Pero vamos, que a éstos no les hizo ningún remilgo, y se los comió tan requetebien.


Años más tarde, me enteré que si son redondos y más pequeños se llaman Profiteroles, así que hice algunos, pero yo soy fiel a mis petisus.
Ahora que soy grande, me gustan tamaño mini, y si son para la sobremesa, me parecen  perfectos para comerlos de un bocado, acompañando el café.

Para mí, siempre serán los pasteles del Sábado, los de después del cine, los que disfrutábamos como chinijos, y los que repetimos de mayores. La receta la tenía mi madre anotada en su cuaderno, pero nunca llegó a hacerlos, porque estoy segura que me acordaría, vaya que me acordaría.

¿Vamos con la receta?

Necesitaremos:  (para 28 minis)


Para la masa :
  • Harina........150 grs.
  • Azúcar........2ctas. de moka.
  • Mantequilla....80 grs.
  • Huevo.........1 unidad.
  • Sal..............1/2 cta. de moka.
  • Agua..........125 mls.        
Para el relleno :
  • Preparado para flan.......1 sobre. ( el mío estaba indicado para 5 flanes)
  • Leche..........1/4 litro.
  • Azúcar........4 cdas.
  • Maizena......1 cta de las de café.
Para la capa de chocolate : ( la original era otra, pero ésta me da muy buen resultado siempre).
  • Chocolate de cobertura......75 grs.
  • Nata líquida.......................35 ml.
  • Mantequilla...................5 grs.

Cómo los haremos :


  • Ponemos en un cazo el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal.
  • Cuando empiece a hervir, volcar del golpe toda la harina, seguir moviendo para que la masa se haga una bola. Es fácil y se tarda unos minutos.
  • Cuando la masa se enfríe un poco, pues si lo hacemos mientras está muy caliente, la yema se cuajará, añadiremos el huevo y batiremos bien para que se integre. Al principio parece que la masa se separa, pero el proceso es rápido. Acercamos de nuevo el cazo al fuego medio, veremos que la bola se hace más compacta y se separa bien de las paredes. Retiramos del fuego.
  • Encendemos el horno, a 180º, para que vaya calentándose.
  • Colocamos la masa en una manga pastelera, por comodidad, en la receta indicaba que se hiciese con una cuchara, e iremos haciendo unos pequeños churros encima de la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado.
  • Lo mejor es hacerlo con boquilla rizada, para que el chocolate se agarre bien y no resbale, pero no tengo, así que una vez formados en la bandeja, los araño con un tenedor.
                   

  • Los llevamos al horno altura media, y los dejamos hasta que están un poco tostados. Los míos han tardado unos treinta minutos. Por dentro estaban muy huecos y ligeramente tostados por la superficie.
  • El relleno lo haremos siguiendo las indicaciones del fabricante, pero con la mitad de la leche, para que quede espeso. La maizena la disolvemos en una poca leche antes de añadirla para que no haga grumos. Lo ponemos en la manga pastelera.
  • Cortamos los petisus por la mitad, sin llegar al final, y vamos rellenándolos con la manga y el relleno una vez esté frío.
                                 

  • Para la cobertura : derretimos el chocolate al baño maría, le añadimos la nata y la mantequilla, esperamos que temple un poco. Cortamos el extremo de la manga pastelera, y extendemos por la parte superior.
  • A la nevera, hasta que vayamos a consumirlos para que endurezca el chocolate.
  • Los sacamos como diez minutos antes, para apreciar todo el sabor.
Ya tenemos listos nuestros Petisus, sólo queda una buena sobremesa y recordar los de la vitrina, de cuando eramos chinijos.

Por cierto, mañana es el día de las madres, y me parece una buena idea llevar unos pastelitos para después de la comida ¿no? no hace falta grandes regalos, para decirle que las queremos mucho, lo más importante es tener un rato para compartir.

                                             ¿ Os apetece alguno?